LA CULTURA SE COME A LA ESTRATEGIA DE DESAYUNO
Peter F. Drucker, österr. Ökonom
La estrategia, especialmente la de innovación, es importante para que las empresas
sobrevivan en el mercado. Esta es la que, por así decirlo, marca la dirección.
Una cultura empresarial apreciativa que apoye la consecución de objetivos empieza con la dirección, que formula los objetivos y sus estrategias e ilustra los valores de la empresa. En otras palabras, con usted.
Modificar una cultura empresarial u organizacional requiere tiempo, conciencia y paciencia. No se puede influir sobre ella directamente ni modificarla de forma puntual. Hay que hacer hincapié en otras posibilidades de desarrollo de la empresa. Éstas siempre provocarán un cambio en la cultura empresarial. Pero esto ocurre indirectamente. La cuestión no es cambiar la cultura, sino preguntarse hasta qué punto es probable que la dinámica de la cultura empresarial en el presente sea propicia o inhibidora.
La cultura corporativa siempre hace referencia al pasado, pero su percepción cambia dependiendo del presente de quien la observa. Pero hasta la mejor estrategia es un fracaso si no está respaldada por una cultura corporativa en la que los proyectos se lleven a cabo de forma comprometida y enfocada.
Por tanto, sólo se puede modificar la estructura formal cambiando las premisas decisivas para la toma de decisiones, como los programas, los canales de comunicación o las mismas personas. Todo cambio en la estructura formal repercute en la manera en que las personas interactúan dentro de la empresa y sobre las normas que determinan la comunicación.
En un determinado contexto organizacional, la cultura se entiende como el conjunto de normas que se dan por sentadas, se aplican y que sólo salen a la luz cuando se infringen.
Considerar la cultura empresarial u organizativa como un marco interpretativo de y para el comportamiento permite comprender mejor las pautas de comportamiento y comunicación más diversas y muestra por qué personas o empresas enteras se presentan de esta manera y no de otra.
No es algo que ocurra de la noche a la mañana, pero si se aborda eficazmente vale la pena y le aportará:
éxito económico a su empresa
empleados motivados que se identifiquen con su empresa
empleados más productivos, más satisfechos y con menos bajas por enfermedad
empleados que están receptivos a los errores y aprendan de ellos
ASÍ ES COMO PODEMOS AYUDARLE:
En SOL, le ofrecemos apoyo especializado en el análisis de sus estrategias y objetivos, así como de la cultura corporativa necesaria para alcanzarlos, enmarcados en un entorno de trabajo positivo que se caracteriza por:
tener una interacción respetuosa con los demás
una cultura de liderazgo que apoya
sus valores e ideales compartidos
su calidad e innovación
su alto nivel de orientación al cliente
EL FUNDAMENTO
En las empresas coinciden muchas personas que tienen distintas concepciones de “lo que está bien y lo que está mal” o de cómo deben afrontarse los retos profesionales. Si no se comunica claramente cómo debe hacerse algo, si el personal no reconoce o no intuye las reglas del juego, las expectativas tienen que aclararse o reajustarse constantemente. Esto provoca fricciones, malentendidos y frustración. El resultado puede ser el descontento interno e incluso la rotunda renuncia. Esto cuesta tiempo y, por tanto, dinero.
La base para que una cultura empresarial funcione bien es, por ello, la comprensión mutua de la realidad deseada.
ESTRATEGIA Y MODELO
Podemos hablar de estrategias cuando las acciones se orientan hacia la consecución de objetivos concretos y se designan a personas responsables de alcanzarlos. En cambio, los modelos a seguir, como todas las demás formulaciones de valores, son mucho más abstractos que los objetivos estratégicos.
Aunque estos modelos también proporcionan puntos de vista preferidos para las acciones, dejan abierto qué acciones se favorecen sobre otras. Los modelos pueden tolerar contradicciones parciales entre ellos (por ejemplo, orientación al cliente frente a orientación al personal).
Para su imagen externa, la empresa necesita un modelo al que puedan orientarse las personas interesadas (externas) y dentro del cual pueda actuar el personal de la empresa. Cuanto más claro esté definido y menos contradicciones haya entre aspiración y realidad, o entre estrategia y modelo a seguir, menos tiempo y motivación se perderán.
LA TRANSFORMACIÓN
La pregunta es: ¿existe en su empresa una cultura corporativa orientada a objetivos y estrategias? ¿Dispone su empresa de una estrategia lo más coherente posible, acompañada de directrices diferenciadoras? Podemos analizarlos y calificar así su influencia en los resultados de la empresa.
Así es como SOL sienta las bases para una transformación sostenible.